miércoles, 17 de septiembre de 2008

BOSQUE CACHIL A PUNTO DE DESAPARECER


AUTORIZAN DENUNCIO MINERO EN EL BOSQUE CACHIL


El Bosque Cachil, ubicado en el límite entre las provincias de Contumazá (Cajamarca) y Gran Chimú (La Libertad) es uno de los ecosistemas más importantes del norte del Perú: de su interior nace el agua que riega el fértil valle de Cascas, el primer productor de vid y vino y se han encontrado especies vegetales únicas en su especie en el mundo entero. El Dr. Abundio Sagástegui puede dar fe de ello, pues ahí ha encontrado plantas que hoy llevan su nombre.

A una altura de casi tres mil metros, este bosque nos sorprende con la exhuberancia propia de un bosque tropical. Diversidad de especies oriundas entre flora y fauna, árboles de más de cien años de edad y de hasta 30 metros de altura, restos arqueológicos y una visión mágica de la naturaleza virgen, han dado fama bien merecida a este paraíso de 100 hectáreas enclavado en los andes, justo en el límite de las regiones Cajamarca y La Libertad, a sólo 3 kilómetros de la vía principal que une Cascas y Contumazá.

Aunque el bosque constituye una propiedad privada –pertenece al ilustre poeta Marco Antonio Corcuera, creador del concurso “Poeta Joven del Perú”-, el propietario ha hecho las gestiones respectivas para que sea considerado como Reserva Natural, las mismas que han dado como resultado la creación del Parque San Mateo.

Debido a la amenaza de su desaparición, producto de la tala indiscriminada, la ONG Puentes Foundation for Grassroots Sustainable Development, ha iniciado un trabajo con los campesinos de las zonas aledañas para salvaguardar y potenciar el desarrollo del bosque, la principal fuente de vida, no sólo de los alrededores, sino de las ciudades de Cascas y Contumazá.

Sin embargo y a pesar de los esfuerzos de sus propietarios y de organizaciones que tratan de protegerlo, el bosque ha recibido un golpe mortal: una empresa denominada Jesús 2008, ha iniciado el denuncio minero y las actividades de exploración minera en el mismo bosque y a sólo unos metros por donde discurren las aguas del Río Cachil, que va directamente a la ciudad de Cascas.

Sin cumplir con los trámites correspondientes (el acuerdo con los propietarios, por ejemplo), se ha otorgado la Resolución respectiva aprobando el denuncio minero y la entrega de varias hectáreas a esta compañía minera, las que no sólo están dentro de este importante ecosistema, sino las tierras de campesinos pobres y otras zonas importantes para la supervivencia de miles de personas. La contaminación y la extracción de madera para la mina, en sólo unos meses, destruirán al bosque.


Los propietarios han iniciado acciones legales para invalidar la resolución, pero en un sistema político en el que se privilegia la minería y se menosprecia al medio ambiente, la lucha será larga y difícil. Sin embargo, la intervención de las autoridades de Cascas y Contumazá y de la opinión pública pueden ayudar a conservar este bosque, aun por encima de las tecnócratas que otorgan permisos en zonas tan importantes para el mantenimiento de la vida.

Deforestación

Deforestación
La deforestación es uno de los mayores problemas que enfrenta el bosque

Forestación indiscriminada

Forestación indiscriminada
El monocultivo de eucalipto en las zonas aledañas a Cachil está atacando directamente al bosque. En la imagen plntación de un nuevo bosque de eucalipto en lo que antes fue un bosque natural

Cacería Furtiva

Cacería Furtiva
Una de las actividades extractivas que se realizan al interior de Cachil es la cacería. Varias especies endémicas se encuentran en peligro de extinción. Esto contribuye a yuna progesiva destrucción del bosque natural

Turismo irresponsable

Turismo irresponsable
Las malas práscticas de un turismo irresponsabel permiten la contaminación del bosque y sus consecuencias posteriores